jueves, 26 de diciembre de 2013

El Berebito

El clavel rojo que cuelga en la reja, se mece al compás de la suave brisa de primavera en el Barrio de Triana, en el balcón se puede ver una parejita pelando la pava bajo el sol de la tarde, mientras se escucha a lo lejos, desde algún patio moruno, una coplilla:

“…tengo de gitana las hechuras

pero la buena ventura no te la puedo decir,

juro que no soy gitana pura,

que mi ciencia no es segura,

y no te quiero mentir

Si me quieres, dímelo

porqué yo también te quiero

con el bera, bera,bee,

con el bera, bera, bera,

con el bera, bera,bee …”

Bajo el puente de Triana, el berebito, camina, como pidiendo guerra, viene desde tierras lejanas a buscar mujera, que seguro la cien será, y todos se preguntan, quién es, ese que viste chilaba verde y canela.

Según las lenguas que han de guardarse de oídos, se dice que tiene magnetismo en la mirá y por eso todas las doncellas en edad de mercarse se han guardar y esconder, pero Lola, “La Zarzamora”, calé postinera, de ojazos como dos moras, quiere retar las artes hipnóticas del berebito; si ni calorros ni payos , la han embrujao, mucho menos un moro, y así misma, se dice, riendo, para sus adentros :- “Habrá que ver si ese morito tiene los ojos gachones y el embrujo del casorio.”

Con ligeros pinreles se dirige al encuentro del morito real, y en el mercado lo divisa. “La Zarzamora”, disimula entre los puestos de frutas y claves y observa el andar del berebito, ¡Qué manera de camelar a todas, al pasar!, por un momento unas jarras con té lo distraen, mientras a sus espaldas escucha una voz salerosa decir:

- Es ese berebito muy calé.

El tunante se gira y de pronto, ve las dos moras que le miran fijamente: - ¡Ozú!, ¡Que prenda, que acabo de encontrar!

Y la calé le responde, mientras despliega su abanico con gran gracia postinera: - ¿Así que ya encontró lo que vino a buscar?

El berebito sólo se sonríe y antes de que rile la moza, con su mirada la hipnotiza y le sorniba el entendimiento, le pone anillas en los tobillos y pa’ su tierra, felizmente, se la lleva.

El mercado se va quedando solo, el atardecer va cayendo sobre el barrio de Triana, ninguna coplilla se escucha desde algún patio moruno, el balcón ahora sólo guarda recuerdos y el Levante mece dulcemente la reja arrullando el clavel.

 

Mouette

30 de noviembre 2013

 

Nota: la coplilla es “La Gitana Paya”, cantada por Carmen Florido.

LA GUERRA

Estoy aquí ,cual roble firme,

sólo me queda esto,

mi ser, mis entrañas,

sólo me queda esto y las mañanas.

Es borroso el recuerdo,

es borroso el pensamiento,

olvidé olvidar al gran astro y

olvidé el olvido de los campos.

Y ahora mis azules ventanas diluvian

y ahora mis puertas sellándose van,

mi pasado muere por mi presente incierto,

sólo sostengo mi sustento,

sólo sostengo mi vida,

ahora, mi futuro es matar o morir.

Alguien me roba mis días,

alguien me roba mis noches

y mi beso junto a tu sexo en los trigales

se convierte en un, ¿recuerdo?

ó es que a caso es un, ¿invento?

Y ahora estoy como un roble

firme, pero tumbado

¡Qué extraño se siente!

pareciera como si estuviera en un lago,

un lago rojo de añoranza…

Mouette

Diciembre 2013