La luz de tus ojos desbordan vida, soplo de ímpetu de juventud vivida, sofocante y necesaria; puede una mirada decir tanto, tan lejos, tan cerca, tan profunda y tan superflua, todo a la vez en un soplo, en un grito, un un guiño... y yo, etérea y eterna te contemplo como quien ya ha vivido todo, como quién mira todo por primera vez, como quien se encuentra más allá del bien y del mal.
Mouette
17 de septiembre del 2012